domingo, 17 de julio de 2011

Excelente comienzo y celebración del décimo aniversario del Universijazz

Eddie Palmieri Quartet: Eddie Palmieri (piano), Brian Lynch (trompeta), Luques Curtis (contrabajo) y Horacio “El Negro” Hernández (batería). Barmanouche: Alberto Blanco (guitarra y voz), Laura Ausensi (voz), Alfonso Corral (violín) y Alfonso Abad (contrabajo). Festival Universijazz, Museo de la Ciencia.
 

El pasado martes, tras el discurso inaugural del Rector de la Universidad de Valladolid, D. Marcos Sacristán, y en presencia de anteriores cargos de la institución, D. Jesús María Sanz Serna y D. Mario Bedera, actual Secretario de Estado de Educación y Formación Profesional, responsables del nacimiento del Universijazz, y de su director artístico, el músico José Luis Gutiérrez, quedó inaugurada la primera jornada del festival, que congregó, a pesar de la amenaza de lluvia y de las bajas temperaturas, al mayor número de asistentes hasta la fecha. Primeramente intervino el grupo vallisoletano Barmanouche, que con su particular estilo de jazz manouche calentaron motores para una noche que poco a poco se tornaba de fresca en fría. Ofrecieron acertadas versiones del jazz, aderezadas con algunos toques de música clásica, y una adaptación de la famosa canción mexicana “La Bikina”, donde la privilegiada voz de Laura Asensi no terminó de encajar en esta bella composición de Rubén Fuentes. Tras ellos y un breve descanso llegó la actuación que todo el mundo esperaba, el gran maestro de la salsa y el jazz latino Eddie Palmieri apareció en el escenario rebosando simpatía y acompañado de sus compañeros, tres magníficos intérpretes que sin grandes aspavientos hicieron durante toda la noche, de lo complejo, un sutil, elegante y arrollador discurso que levantaron las pasiones de los aficionados. El frío reinante por entonces hacia que unos bailaran, otros buscaran refugio en los laterales del espacio y los más previsores en su vestimenta, aguantaran el tipo es sus localidades, pero quien más quien menos, nadie quería perderse lo que en el escenario estaba aconteciendo. Palmieri dictaba el guión, el trompetista Brian Lynch se echaba el peso de la actuación de sus espaldas con maestría, “El Negro” inconmensurable en sus solos y siempre atento al maestro y el joven Luques Curtis brillando de manera destacada y sorprendente entre tanta estrella del jazz.

José Miguel Sebastián
El Norte de Castilla - 13/07/2011

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